La música sigue siendo un misterio maravilloso para la ciencia; tanto que los neurocientíficos la consideran un "feliz accidente evolutivo", como señala Eduard Punset en su libro de divulgación científica El Viaje a la Felicidad. Hoy, en el Día de la Música, te regalo un viaje de 20 minutos en el que la magia de la música deja de ser truco (técnica) para convertirse en hechizo (arte).
Deja un comentario, me encantaría saber si estos 20 minutos fueron para ti tan especiales como deseo. ¡Feliz Día de la Música!
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lunes, 22 de noviembre de 2010
jueves, 9 de septiembre de 2010
¿Qué y para qué Neuro Tú?
Échale un vistazo a la figura de abajo y dime: ¿cuál de los dos puntos amarillos es más grande?
Es de la izquierda, claro... ¿o no? Mídelos, compáralos, tápalos con un dedo. ¿Cuál es más grande? Exacto, son iguales. Y lo que es más, aun sabiendo que son iguales seguimos viendo más grande al de la izquierda. Es una ilusión óptica pero, ¿qué sentido tiene más allá de lo curioso que pueda ser?
Lo tiene y mucho. Su objetivo es hacernos entender que la vida, nuestra vida, llega a nosotros filtrada por nuestra percepción; por la interpretación que el cerebro haga de las señales que recibe de los sentidos. Esas señales no sólo llegan desde afuera, las señales internas de nuestro cuerpo nos dan la respuesta a la pregunta: ¿cómo te sientes?
Una inimaginable cantidad de información externa e interna llega a cada instante a nuestro cerebro pero ¿quién la interpreta? ¿tú? Depende de lo que consideres "tú". La parte consciente del cerebro no interpreta prácticamente nada, sino que recibe la información predigerida "desde abajo". Los obreros y gerentes medios del cerebro se encargan de todo, automáticamente, y te lo entregan "listo para usar" en forma de emociones, sentimientos y pensamientos.
¿Entonces?, ¿quién manda?, ¿qué sentido tiene mi parte consciente? Esa parte consciente te permite darte cuenta y, en el mejor de los casos, decidir qué acción tomar. Y digo "en el mejor de los casos" porque estamos más dominados por nuestros instintos -innatos y aprendidos- de lo que quisiéramos aceptar. Pero no es para sentirse mal, esos instintos tienen todo el sentido del mundo; no estaríamos aquí sin ellos. Son el resultado de millones de años de evolución, millones de años perfeccionando las reacciones automáticas más adecuadas.
Ah, pero la evolución biológica se toma su tiempo y es bastante lenta en comparación con nuestra evolución social, y ni hablemos de la tecnológica. Entonces, nos encontramos manejados por un montón de instintos que en muchos casos resultan poco o nada apropiados para la vida de hoy. Sin embargo, esa evolución biológica decidió compensarnos con una parte consciente que pudiera tomar decisiones flexibles y actuar de acuerdo a las situaciones presentes, un gerente general pero ¿cuánto control tiene?, ¿le hacen caso?
¿Es posible comunicarse de "arriba hacia abajo"?, ¿es posible decirle a esos obreros y gerentes medios del cerebro que la interpretación y recomendación que están haciendo es errada o al menos inconveniente? Pues sí, sí es posible, excepto en casos extremos. En principio los obligamos y a eso le llamamos voluntad, y luego los convencemos y a eso le llamamos entrenamiento.
Pero a esa gente hay que saber cómo hablarle, a esos obreros y gerentes medios; pues de otra manera nos ignorarán por completo y terminaremos frustrados. En realidad, es así como nos encontramos con mucha frecuencia, ¿no? Frustrados y dominados por esa gente, y eso cuando nos damos cuenta. A esa gente hay que hablarle en su idioma. El arte lo viene haciendo desde hace siglos y la ciencia viene recuperando terreno a gran velocidad.
¿Hablamos entonces de comunicación hacia adentro?, ¿de yo con yo, para tener más control? Es una parte, pero el resto de las personas está en la misma situación y no lograrás comunicarte ni asociarte de manera eficiente y efectiva a menos que sepas cómo hablarle a los obreros y gerentes medios de otras personas.
A estas alturas ya debes empezar a tener la idea clara: la clave es la comunicación, hacia adentro y hacia afuera. Hacia adentro, para tener mayor control de tu vida, tomar mejores decisiones y ser fiel a ellas; hacia afuera para tener mejores relaciones, mejores amigos, hacerte entender y convencer. Hacia adentro, para tener empleados más felices y eficientes, para contribuir más a la sociedad; hacia afuera para tener más clientes satisfechos y agradecidos. Hacia adentro, para comunicarte mejor, tener más seguridad y agradarte más; hacia afuera, para provocar más sonrisas, más acuerdos y agradar a la gente que quieres. Hacia adentro, para ser mejores padres, más conscientes y sabios; hacia afuera para tener hijos más alegres, mejor adaptados y preparados para un futuro brillante.
Ah, hermoso, ¿no? Pero, ¿cómo, cómo? Con dos aliados, dos grandes aliados a quienes les toca aliarse entre sí: arte y ciencia. Dos aliados que creímos separados, pero son parte de lo mismo. Arte y ciencia son las dos caras de la misma moneda, es mirar la misma flor desde ángulos distintos, saborear la misma fresa con el lado derecho o izquierdo del cerebro.
Y aquí en Neuro Tú pretendo invitarte a comernos unas cuantas fresas y convertirnos en mejores seres humanos en el camino.
Por cierto, tu "gente de abajo" sigue viendo al punto de la izquierda más grande que el de la derecha pero, míralo unas cuantas veces más y esa gente de abajo, que antes estaba tan segura, empezará a dudar de que haya diferencia entre ellos. Genial, nos están empezando a entender; conocer nuestras limitaciones nos ayuda a tener más control.
Aquí empieza la aventura y mi deseo para tí es el de la mejor percepción posible; que la des y la recibas, una excelente percepción de ti en el mundo, del mundo en ti y, tanto o más de importante, una excelente percepción de ti en ti.
¡Feliz Percepción!
José Erre.
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Es de la izquierda, claro... ¿o no? Mídelos, compáralos, tápalos con un dedo. ¿Cuál es más grande? Exacto, son iguales. Y lo que es más, aun sabiendo que son iguales seguimos viendo más grande al de la izquierda. Es una ilusión óptica pero, ¿qué sentido tiene más allá de lo curioso que pueda ser?
Lo tiene y mucho. Su objetivo es hacernos entender que la vida, nuestra vida, llega a nosotros filtrada por nuestra percepción; por la interpretación que el cerebro haga de las señales que recibe de los sentidos. Esas señales no sólo llegan desde afuera, las señales internas de nuestro cuerpo nos dan la respuesta a la pregunta: ¿cómo te sientes?
Una inimaginable cantidad de información externa e interna llega a cada instante a nuestro cerebro pero ¿quién la interpreta? ¿tú? Depende de lo que consideres "tú". La parte consciente del cerebro no interpreta prácticamente nada, sino que recibe la información predigerida "desde abajo". Los obreros y gerentes medios del cerebro se encargan de todo, automáticamente, y te lo entregan "listo para usar" en forma de emociones, sentimientos y pensamientos.
¿Entonces?, ¿quién manda?, ¿qué sentido tiene mi parte consciente? Esa parte consciente te permite darte cuenta y, en el mejor de los casos, decidir qué acción tomar. Y digo "en el mejor de los casos" porque estamos más dominados por nuestros instintos -innatos y aprendidos- de lo que quisiéramos aceptar. Pero no es para sentirse mal, esos instintos tienen todo el sentido del mundo; no estaríamos aquí sin ellos. Son el resultado de millones de años de evolución, millones de años perfeccionando las reacciones automáticas más adecuadas.
Ah, pero la evolución biológica se toma su tiempo y es bastante lenta en comparación con nuestra evolución social, y ni hablemos de la tecnológica. Entonces, nos encontramos manejados por un montón de instintos que en muchos casos resultan poco o nada apropiados para la vida de hoy. Sin embargo, esa evolución biológica decidió compensarnos con una parte consciente que pudiera tomar decisiones flexibles y actuar de acuerdo a las situaciones presentes, un gerente general pero ¿cuánto control tiene?, ¿le hacen caso?
¿Es posible comunicarse de "arriba hacia abajo"?, ¿es posible decirle a esos obreros y gerentes medios del cerebro que la interpretación y recomendación que están haciendo es errada o al menos inconveniente? Pues sí, sí es posible, excepto en casos extremos. En principio los obligamos y a eso le llamamos voluntad, y luego los convencemos y a eso le llamamos entrenamiento.
Pero a esa gente hay que saber cómo hablarle, a esos obreros y gerentes medios; pues de otra manera nos ignorarán por completo y terminaremos frustrados. En realidad, es así como nos encontramos con mucha frecuencia, ¿no? Frustrados y dominados por esa gente, y eso cuando nos damos cuenta. A esa gente hay que hablarle en su idioma. El arte lo viene haciendo desde hace siglos y la ciencia viene recuperando terreno a gran velocidad.
¿Hablamos entonces de comunicación hacia adentro?, ¿de yo con yo, para tener más control? Es una parte, pero el resto de las personas está en la misma situación y no lograrás comunicarte ni asociarte de manera eficiente y efectiva a menos que sepas cómo hablarle a los obreros y gerentes medios de otras personas.
A estas alturas ya debes empezar a tener la idea clara: la clave es la comunicación, hacia adentro y hacia afuera. Hacia adentro, para tener mayor control de tu vida, tomar mejores decisiones y ser fiel a ellas; hacia afuera para tener mejores relaciones, mejores amigos, hacerte entender y convencer. Hacia adentro, para tener empleados más felices y eficientes, para contribuir más a la sociedad; hacia afuera para tener más clientes satisfechos y agradecidos. Hacia adentro, para comunicarte mejor, tener más seguridad y agradarte más; hacia afuera, para provocar más sonrisas, más acuerdos y agradar a la gente que quieres. Hacia adentro, para ser mejores padres, más conscientes y sabios; hacia afuera para tener hijos más alegres, mejor adaptados y preparados para un futuro brillante.
Ah, hermoso, ¿no? Pero, ¿cómo, cómo? Con dos aliados, dos grandes aliados a quienes les toca aliarse entre sí: arte y ciencia. Dos aliados que creímos separados, pero son parte de lo mismo. Arte y ciencia son las dos caras de la misma moneda, es mirar la misma flor desde ángulos distintos, saborear la misma fresa con el lado derecho o izquierdo del cerebro.
Y aquí en Neuro Tú pretendo invitarte a comernos unas cuantas fresas y convertirnos en mejores seres humanos en el camino.
Por cierto, tu "gente de abajo" sigue viendo al punto de la izquierda más grande que el de la derecha pero, míralo unas cuantas veces más y esa gente de abajo, que antes estaba tan segura, empezará a dudar de que haya diferencia entre ellos. Genial, nos están empezando a entender; conocer nuestras limitaciones nos ayuda a tener más control.
Aquí empieza la aventura y mi deseo para tí es el de la mejor percepción posible; que la des y la recibas, una excelente percepción de ti en el mundo, del mundo en ti y, tanto o más de importante, una excelente percepción de ti en ti.
¡Feliz Percepción!
José Erre.
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